top of page

Persisten en La Romana los Casos de Niños Pidiendo Comida en Restaurantes y Personas con Problemas Mentales Vagando Sin Asistencia

  • Writer: Serie 26 La Romana
    Serie 26 La Romana
  • 8 hours ago
  • 2 min read

Persisten en La Romana los Casos de Niños Pidiendo Comida en Restaurantes y Personas con Problemas Mentales Vagando Sin Asistencia

La Romana, R.D. — Durante una reciente visita al Este de República Dominicana, fui testigo de una triste realidad que, pese al paso del tiempo y los múltiples llamados de atención, aún persiste con dolorosa normalidad.


Mientras almorzaba en un reconocido restaurante de esta ciudad, observé a varios niños, menores de 12 años, merodeando entre las mesas, pidiendo algo de comer.


Estos pequeños, marcados por la pobreza extrema y el abandono, eran reprendidos y ahuyentados por empleados y clientes como si fueran animales callejeros, sin que nadie pareciera detenerse a pensar en su dolor o necesidad. No era la primera vez que lo veía, pero sí una más que me estremeció.


¿Dónde están sus padres? ¿Tienen familia? ¿Quién vela por ellos? La presencia de estos niños, hambrientos y sin rumbo, pone de manifiesto la falta de acción por parte de las autoridades locales y nacionales, y abre una preocupante interrogante: ¿Estamos criando a una nueva generación de jóvenes destinados a la delincuencia por falta de atención oportuna?


A esta dolorosa escena se suma la de personas con evidentes problemas de salud mental que deambulan por las calles sin protección ni cuidados, como si fueran entes invisibles a los ojos del Estado. Sin atención médica, sin techo y sin dignidad, sobreviven entre el desamparo y la indiferencia.


Resulta indignante que, en pleno siglo XXI, esta problemática no haya motivado una respuesta seria y sostenida por parte de las autoridades competentes. La sociedad no puede seguir ignorando estas realidades como si no existieran, porque cada niño sin asistencia y cada enfermo mental abandonado representa una deuda moral que crece y se multiplica.


Urge una intervención integral que no solo brinde asistencia inmediata, sino que trace un camino de reintegración y protección para estos seres humanos. No se trata de caridad momentánea, sino de justicia social y responsabilidad compartida.


bottom of page