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Desde La Romana al corazón del autismo: el sacrificio de madres y abuelas por amor y dignidad

  • Writer: Serie 26 La Romana
    Serie 26 La Romana
  • Apr 7
  • 2 min read

Desde La Romana al corazón del autismo el sacrificio de madres y abuelas por amor y dignidad

La Romana.- Tener un familiar con Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una experiencia que transforma la vida por completo.


Es una realidad marcada por retos, sacrificios y una búsqueda constante de comprensión y atención digna. Desde nuestra ciudad, La Romana, surgen voces que merecen ser escuchadas y reconocidas.


Una de ellas es Cobis Soriano, una joven madre romanense de 29 años, cuya vida cambió radicalmente al recibir el diagnóstico de autismo de sus dos hijos, Leandro y Erlyn, de 6 y 5 años respectivamente.


Por amor a sus pequeños y en busca de servicios adecuados, Cobis tomó la difícil decisión de dejar su tierra natal para mudarse a Santo Domingo, donde pudiera acceder a las terapias que aquí, lamentablemente, no están disponibles o no son suficientes.


“Hemos pasado hasta hambre”, confiesa Cobis con voz entrecortada. “No es fácil, los ingresos no me alcanzan… pero por mis hijos, todo.”

Al principio, solo uno de los niños fue diagnosticado y ella se mudó con él, dejando al otro con su padre. Sin embargo, las circunstancias la obligaron a reunir nuevamente a sus dos hijos bajo el mismo techo, asumiendo sola la responsabilidad total.


En una historia paralela pero igual de conmovedora, está Julia de la Rosa Trinidad, una abuela de 55 años que viaja cada semana desde Samaná hasta Santo Domingo para que su nieto, Jean Marcos, reciba terapias. Desde que el niño fue diagnosticado con autismo en diciembre de 2021, esta abuela ha vivido una lucha sin tregua para garantizarle lo que merece: una vida con dignidad.


Julia narra cómo, sin saber nada del autismo, tocó puertas y buscó ayuda hasta encontrar a la Fundación Manos Unidas por el Autismo, que le abrió un rayo de esperanza. Desde 2022, gracias al Programa de Apadrinamiento, el niño recibe atenciones terapéuticas.


“Después de Jesucristo y el Espíritu Santo, a doña Odile (Villavizar) y a todos los de la fundación, no tengo con qué pagarles. Si no fuera por ellos, ¿cómo lo íbamos a lograr?”

Tanto Julia como Cobis coinciden en una crítica firme: la falta de aplicación real de la Ley 34-23, que debería garantizar atención, inclusión y protección para las personas con TEA en todo el país.


Además del abandono institucional, también denuncian el rechazo social que aún sufren. Espacios públicos que no están preparados, miradas llenas de prejuicio y la poca empatía de un sistema que ignora su dolor y su entrega.


Una deuda pendiente


Desde La Romana y toda la región Este, las familias con niños dentro del espectro autista enfrentan una situación crítica: pocas opciones de atención especializada, escasez de terapias accesibles y un Estado que aún no prioriza este tema como lo amerita.


En este mes de abril, Mes de Concienciación sobre el Autismo, estas historias son más que necesarias.


Nos recuerdan que detrás de cada diagnóstico hay una familia que lucha, una madre que renuncia a todo, una abuela que se convierte en madre otra vez, y una sociedad que tiene el deber de ser más justa, más sensible, y más humana.


📍Desde La Romana, hacemos eco de estas voces que no piden compasión, sino derechos y respeto.

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