De La Romana al Jet Set: ¿Cuántos derrumbes más necesitamos para actuar?
- Serie 26 La Romana
- Apr 8
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Updated: Apr 10

La Romana.- La República Dominicana se encuentra de luto tras el trágico acontecimiento que ha estremecido al país: el colapso en la reconocida discoteca Jet Set en Santo Domingo. Sin embargo, recordamos que unos meses atrás, algo similar ocurrió en La Romana, gracias Dios, no en un centro de diversión sino mas bien en una construcción residencial.
Lo que si tienen en común ambas tragedias, aunque en diferente magnitud, es que ambos colapsos han cobrado vidas humanas, dejado heridos y generado un profundo sentimiento de impotencia en la población.
En el caso del Jet Set, ícono del entretenimiento nacional por décadas, la caída de parte de su estructura dejó varios muertos y decenas de heridos, entre empleados y asistentes. Las primeras investigaciones apuntan a deficiencias en el mantenimiento de la edificación, sumadas a una posible sobrecarga de peso durante un evento privado.
Mientras tanto, en La Romana, el colapso de una obra en construcción también ha dejado un saldo trágico: trabajadores atrapados bajo los escombros, pérdidas humanas y una comunidad consternada. Testimonios de vecinos y empleados indican que ya se habían reportado irregularidades en la seguridad de la obra, pero las alertas no fueron atendidas a tiempo.
Ambos casos comparten un elemento en común: la falta de supervisión efectiva por parte de las instituciones responsables del control de edificaciones y espacios públicos. Es preocupante que, en pleno 2025, sigamos enfrentando tragedias que, con una fiscalización adecuada, pudieron evitarse.
El rol de instituciones como el Ministerio de Obras Públicas, el Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA), y las alcaldías municipales debe ser más riguroso y proactivo. No podemos continuar permitiendo que la negligencia, la corrupción o la falta de voluntad política cuesten vidas.
Desde este espacio, hacemos un llamado enérgico a las autoridades estatales para que asuman su responsabilidad con seriedad. Es urgente reforzar las normas de seguridad en construcciones, fiscalizar de forma periódica los edificios públicos y privados, y sancionar a quienes incumplen con los estándares técnicos.
A las familias que han perdido a sus seres queridos, nuestro más sincero pésame. A quienes aún esperan por milagros entre los escombros, les enviamos fuerza, fe y solidaridad.
Y al Estado dominicano: es hora de actuar con responsabilidad, antes de que tengamos que lamentar más muertes evitables.